Cada día somos más los conscientes de que las cosas en Sanidad han de cambiar urgentemente. Muchos comenzamos a darnos cuenta hace años y nos pilló trabajando para un sistema cada vez más frío y deshumanizado y centrado en la enfermedad, que se olvida por completo de potenciar la salud de la gente y que elude buscar las verdaderas causas del problema que trae a nuestros pacientes a vernos. Un sistema dominado por los intereses de grandes corporaciones a las que poco o nada interesa que la gente viva sana, fuerte, feliz y libre de fármacos o procedimientos altamente mutilantes.
 

Lo viejo ya no nos vale

La vieja manera de hacer las cosas ha pasado a la historia para muchos de nosotros. Quizá estuvo más o menos bien durante unos años en los que vivíamos casi a ciegas, afirmando sin hacernos demasiadas preguntas, pero la confianza (el pilar fundamental de la relación médico-paciente) se rompió para siempre hace no demasiado tiempo y desde entonces cada día se suma más y más gente a un movimiento de escepticismo y cuestionamiento del dogma que nos impusieron sin nosotros saberlo. El número de pacientes que no se conforman "con lo que hay" y van estando más informados va en aumento y ello trae dos consecuencias: la primera, gente empoderada y exigente. La segunda: esa misma gente, ya no confía y ya no sabe a quién acudir cuando se le plantea un tema serio de salud.

La alternativa existe y ya se está construyendo

El llamado a comenzar a construir desde ya un nuevo paradigma en Salud es un hecho y una necesidad. Y no viene a tirar por tierra todo lo creado en los últimos años, sino a completar todo lo que falta, a compensar ciertas desviaciones excesivamente agresivas y artificiales y a sembrar la semilla de un futuro con una Salud re-conectada con la Naturaleza, con los ritmos biológicos, con la Tierra en la que vivimos y con la Esencia de lo que significa vivir una vida auténticamente humana, de la que tantísimo nos hemos alejado sin apenas darnos cuenta. En realidad solo se trata de volver a poner luz y cordura en mitad del caos. 

Gran parte es solo recordar lo que hemos olvidado

Muchos se sorprenden cuando descubren que los principios en los que se basa la llegada de esta nueva era en Medicina son sencillos y muy básicos. Tan sencillos y tan básicos que cuesta creer que sean la clave de todo lo que nos está pasando. En un momento de la historia en el que la humanidad occidental cuenta con las mayores comodidades, la infelicidad y las enfermedades físicas y mentales no paran de crecer: recordar nuestros orígenes y ahondar en aquéllo que hemos olvidado nos ayudará a recorrer el camino de vuelta a casa, a lo que verdaderamente Somos y el estilo de vida para el que sí fuimos diseñados, libres de todo padecimiento. 

La enfermedad viene a decirnos algo, no a fastidiarnos la vida como una mala lotería

Atrás dejamos la idea de que las cosas nos llegan por azar, por mala suerte o "por mala genética." Hoy en día se sabe perfectamente que la epigenética es la ciencia que estudia la modificación del genoma a través de factores externos (o internos como los pensamientos y la gestión de las emociones) y, del mismo modo que puede hacer mutar a los genes y provocar la aparición de enfermedades, estas mutaciones se pueden revertir con acciones conscientes. Obviar este factor nos ha llevado a la práctica de una medicina completamente simplista, mecánica y absurda, enfocada únicamente en bloquear, silenciar, inhibir, extirpar y luchar. Urge recuperar una medicina basada en favorecer, promover, potenciar, abrazar, nutrir e iluminar los maravillosos procesos biológicos que nos devuelven a ese estado de equilibrio físico, mental, emocional y energético al que llamamos Salud. La guerra POR FIN se ha terminado.

Cruzar la puerta de mi consulta exige compromiso y responsabilidad

El Nuevo Paradigma en Salud implica la toma de responsabilidad del paciente sobre su propia salud. Él mismo lleva los mandos, yo solo soy la orientadora, la asesora o la coach. Soy tu ayudante, no soy el personaje principal de tu historia, por muy blanca que sea mi bata. 

Aplicar en tu vida los principios de la Medicina Integrativa requiere des-aprender gran parte de lo que te contaron y re-aprender una manera completamente diferente de entender cómo funcionan la salud y la enfermedad. "La pastilla roja" es de acción lenta y exige tu compromiso contigo mismo, con acciones cotidianas y un cambio grande en tu estilo de vida que nadie puede realizar por tí. ¿Estás dispuesto a hacerlo? Reflexiona antes de venir, porque aquí el paternalismo del médico que sabe todo y solo da órdenes se ha terminado. Entre los dos iremos descubriendo las claves que te han llevado a enfermar y cómo darle la vuelta a la situación, aprovechando cada detalle de la enorme Lección De Vida que significa transitar el proceso.

Paciente proactivo y responsable, con un mantra muy claro: "de mi Salud me ocupo yo." Yo te acompaño y llevo la lámpara en la mano, pero el camino lo vas a ver y lo vas a recorrer tú.

Una nueva generación de profesionales de la Salud

Nos enseñaron a memorizar y a repetir como loros lo memorizado, sin hacernos preguntas y sin cuestionar nada. Y cuando han llegado tiempos turbulentos en los que muchas cosas no cuadraban, con contradicciones y absurdos evidentes, el mundo ha comenzado a moverse bajo nuestros pies. Los compañeros alrededor parecen no notar lo que tú notas y para ellos todo sigue como siempre. Pero en tí algo importante se ha roto por dentro y cada día se te hace más y más complicado ejercer la profesion que tanto amabas. Ahora todo son preguntas y soledad. Y una conciencia que no te deja en paz. A mí me pedía huir y desligarme por completo de aquéllo en lo que me había formado tanto durante tantísimos años.

No somos los raros, solo somos los primeros en hacer el Gran Cambio Evolutivo que la sanidad necesita, aquí y ahora. Y por eso estamos solos, desperdigados y confundidos, sin embargo nuestro papel precisamente ahora es esencial. Desaprender y reaprender todo aquello que nos va llamando, a la vez que lo vamos aplicando en nuestro dia a dia, se va a convertir en una transformacion maravillosa que sin duda terminará calando entre el resto de compañeros y beneficiando a nuestros pacientes. Somos los agentes del cambio que tantas ganas teníamos de ver.